Hola a todo el mundo, ya estoy de vuelta de mis muy echadas de menos vacaciones… ay… qué duro es volver a la rutina invernal. Me ha costado una semana completa ponerme en forma y en marcha después de muchos días sin horarios ni preocupaciones, pero ya me siento con ganas de volver a la carga.
De todos modos y como un pequeño recuerdo de mis vacaciones, empezaré esta nueva temporada haciendo un ejercicio de meditación y rememorando aquellas comidas de camping, preparadas en el hornillo de gas prestado de mis suegros….. comidas facilotas y simples, pero que saben a gloria bendita cuando no se escucha más que los pájaros y el murmullo de las hojas de los álamos batidas por el viento, cuando el agua que bebes sale de una fuente limpia y fresca y, bueno, simplemente cuando estás de vacaciones.
De todos modos y como un pequeño recuerdo de mis vacaciones, empezaré esta nueva temporada haciendo un ejercicio de meditación y rememorando aquellas comidas de camping, preparadas en el hornillo de gas prestado de mis suegros….. comidas facilotas y simples, pero que saben a gloria bendita cuando no se escucha más que los pájaros y el murmullo de las hojas de los álamos batidas por el viento, cuando el agua que bebes sale de una fuente limpia y fresca y, bueno, simplemente cuando estás de vacaciones.
Una de las comidas que preparamos fue un revuelto de garbanzos. Como comprenderéis, nosotros que vamos de camping a lo bruto, en tienda y a lo loco, no tenemos frigorífico donde conservar la comida, así que nos llevamos el maletero cargado de conservas y galletas, que total por unos días, pues el cuerpo tampoco se va a estresar demasiado. Una de las conservas que llevamos fue un bote de garbanzos cocidos, y aquí os presento nuestro platazo de revuelto.
Por supuesto este plato no es sólo para camping, faltaría más, también se puede preparar en casa un día que no tengamos ni pizquita de ganas de liarnos a cocinar, pero a la vez queramos tomar algo más o menos rico y saludable.
Necesitamos:
- 1 lata de garbanzos cocidos
- unas lonchas de salami
- carne que te haya sobrado de cualquier cosa, en nuestro caso fue un filete de sajonia
- sal y especias al gusto
- aceite
Pues nada, más fácil imposible. Troceamos el salami y la carne y la salteamos un poco en unas gotitas de aceite. Cuando esté bien fritito y los vecinos de tienda de campaña estén salivando a vuestro alrededor como depredadores, añadimos los garbanzos bien escurridos del agua del bote. Sazonamos a nuestro gusto con las hierbas que queramos y sal y salteamos unos diez minutos.
¿Habéis visto qué luz se refleja en las fotos? Yo sólo de verlas me huele a silencio y árboles…..
2 comentarios:
jejeje... de qué me suena a mí esta receta??? yo la hago igual, o casi, en mi caso se llama "lentejas de camping" y no son exactamente igual... siempre llevan sobras, sí, de carne... la que sea... un poco de jamoncito serrano, salamí, bacon, o lo que sea... y por supuesto también lleva en mi caso una lata en conserva también, faltarán conservas en nuestros campings!!, unos pimientos de piquillo echo trocitos... y las lentejas, de frasco de cristal, of course... y ¡¡qué ricas quedan!!
¡Bienvenida Virginia!
Veo que has gozado de unas buenas vacaciones en plena naturaleza.
La verdad que estos garbanzos tienen una pinta estupenda. A mi es la legumbre que más me gusta.
Pues nada. Yo también empiezo mañana otra rutina, la vuelta al "Cole", con los gastos que eso conlleva, pero en fin!!! qué le vamos a hacer!!
Un abrazo,
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