Uno de los trucos que aprendí el invierno pasado gracias a mi novio es el siguiente. Él es el encargado de hacer el zumo de naranja por las mañanas (bueno, “era”, porque hace ya semanas que el tío pasa completamente de la vitamina C, pero esto es otra historia…..).
El caso es que la primera vez que le vi meter las naranjas en el microondas casi me da un pasmo del susto!! Creí que mi niño estaba sonámbulo y loco perdido. Pero me explicó que 20 segundos de microondas no calientan las naranjas y sin embargo, consiguen que se expriman con mucha más facilidad y sacando mucho más zumo de ellas.
Aún un poco incrédula lo intenté yo misma y… ¡increíble! A partir de ahora no hay naranja que se me resista :-)
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