En este blog encontrarás...


recetas de cocina explicadas para principiantes y cocineros torpes en general, para cualquiera que tenga poca experiencia entre fogones. Cada receta va acompañada de un completo paso a paso en fotografías con el que el éxito queda garantizado. Sorprenderás a tus padres, a tu familia e incluso a ti mismo. Coge la sartén por el mango y disfruta de la buena mesa.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Aceite de Hierbabuena

Una de las cosas que he aprendido en la dieta es a utilizar las especias y las hierbas aromáticas de forma que los alimentos tengan unos sabores diferentes cada vez. Y esto es lo que os propongo hoy realizar: un aceite de hierbabuena que os va a durar en la nevera varias semanas y que dará un toque muy original a vuestros asados y salteados a la plancha.

Sólo necesitamos aceite de oliva y un puñado grande de hojas frescas de hierbabuena.

Lavamos la hierbabuena y la colocamos en el fondo de un vaso de batidora y añadimos un dedo de aceite. Ponemos en marcha la batidora y vamos añadiendo poco a poco más aceite, casi gota a gota, hasta que tengamos una cantidad que nos parezca bien. Y ya está nuestro aceite listo para usar.

Lo metemos en un bote de cristal y lo cerramos bien para guardarlo en la nevera. No pasa nada si veis que al cabo de unas horas se pone espeso y se solidifica, es normal. Cuando vayáis a utilizarlo coged una cucharadita de este aceite solidificado (parecerá gelatina verde) y al contacto con el calor de la sartén volverá al estado líquido en un par de segundos.

Ya veréis qué gran diferencia supone en un simple filete de pechuga de pollo a la plancha.

Pastel de Pan

Hace tiempo comenté que había empezado una dieta. Milagrosamente aún no la he dejado y estoy casi a punto de llegar a mi peso ideal. Lo malo es que le he cogido un poquito de manía a la cocina, ya que en los últimos meses los ingredientes que he podido utilizar han sido sota caballo y rey, vamos, siempre lo mismo y acaba una hasta el gorro de filetes a la plancha.



Ésta es la razón, que no otra, por lo que apenas me he pasado por vuestros blogs ni he subido nada nuevo al mío: porque me dais envidia cochina de las tartas y postres tan ricos que hacéis y porque yo en mi casa no he cocinado nada interesante.
De todas formas, tenía pendiente de antes de la dieta enseñaros este pudding de pan que hice, que, como todo lo que me gusta subir, es muy sencillo y resultón.

Ingredientes:
- una barra de pan que se os haya quedado duro un par de días (más ya es demasiado)
- leche
- 2 ó 3 huevos
- canela
- azúcar

Lo primero que vamos a hacer es trocear el pan y ponerlo en una fuente con leche para que se empape bien y se ponga blandito. Es el paso que veis en la foto.



Mientras que se ablanda, en un bol ponemos los huevos, el azúcar y canela. Las cantidades de azúcar y canela van a depender sólo de vuestro gusto ya que al no estar usando harina cruda, sino pan, lo peor que nos puede pasar es que el pastel nos sepa más a pan que a pudding dulce, pero ya está. Yo recomiendo echar al menos un vaso de azúcar si sois golosetes.



Una vez hecho esto toca mezclar las dos cosas: el pan y los huevos batidos. Lo haremos de la siguiente manera. Con la mano vamos cogiendo trozos de pan chorreantes de leche y los apretamos bien para que escurran lo más posible y los vamos añadiendo al bol del huevo batido. Cuando hemos acabado con el pan removemos bien y si ha quedado demasiado espeso le añadimos un poco de leche.
Para terminar vertemos esta mezcla en un molde y lo dejamos en el horno a temperatura media de unos 175º hasta que cuaje, aproximadamente 30 minutos.

Para saber si ha cuajado bien, abrimos el horno y pinchamos el pudding con una aguja larga, si ésta sale mojada es que le falta un ratito, si sale seca o casi seca, ya podemos apagar el horno y dejarlo enfriar antes de desmoldarlo.

¡Que os aproveche!
para más recetas