En este blog encontrarás...


recetas de cocina explicadas para principiantes y cocineros torpes en general, para cualquiera que tenga poca experiencia entre fogones. Cada receta va acompañada de un completo paso a paso en fotografías con el que el éxito queda garantizado. Sorprenderás a tus padres, a tu familia e incluso a ti mismo. Coge la sartén por el mango y disfruta de la buena mesa.

viernes, 27 de junio de 2008

Zarangollo

Hoy me he traído para comer zarangollo. Pero no un zarangollo cualquiera nooooo, el zarangollo de mi churri que le sale mmmm para chuparse los dedos y los codos, si no fuera porque no se puede. No todo el mundo conoce el zarangollo, no por algo es un plato típicamente murciano y yo nunca había oído hablar de él hasta que aterricé aquí. Pero ha sido todo un descubrimiento para comer verduras sin sentirme vacía. Reconozco que, aunque pienso que sabría cocinarlo, la receta es de mi amorcito, que claro, como es murcianico él (de la región, que no de la capital jajajja) pues le sale que es gloria bendita. Os cuento cómo lo hace:

Ingredientes
- 2 calabacines medianos
- 2-3 cebollas (aproximadamente el mismo peso que los calabacines)
- 3 huevos
- aceite
- sal, pimienta

Empezamos pelando los calabacines y la cebolla. Partimos la cebolla en trozos pequeños. Calentamos un par de cucharadas de aceite en una sartén grande y sofreímos la cebolla.

Mientras tanto partimos los calabacines en rodajas finas y cuando la cebolla haya tomado color dorado los añadimos a la sartén. Veremos que parece que no cabe todo, pero luego el calabacín se va reduciendo y cabe perfectamente. Removemos bien y dejamos cocerse-freírse a fuego lento.

Digo "cocerse-freírse" porque es una cocción rara. El calabacín, según se vaya calentando, irá soltando agua. Bien, este agua hay que escurrirla de vez en cuando porque corremos el riesgo de que se nos cueza todo. Debemos intentar que esto no pase, pero al ser inevitable va a cocerse un poco, pero lo suyo es que quede como salteado. Es un poco complicado de explicar pero en cuanto os pongáis a ello seguro que lo entendéis. Creedme. Salpimentamos al gusto.

Batimos los huevos aparte y salpimentamos.

Debemos estar removiendo todo el tiempo el zarangollo para que no se nos queme ni se nos cueza. Cuando ya tengamos las verduras listas, añadimos los huevos, removemos un par de minutos más y está listo para servir.

Como veis, la única cosa que "engorda" es el aceite que usamos para freír la cebolla, por lo demás es "adelgazante" total. Podéis pensar que los huevos tal y cual, pero con esta cantidad da para muchas raciones de zarangollo y en una ración podemos tomar medio huevo o menos y eso prácticamente no cuenta.

El resultado, por si no lo imagináis, es como un pisto pero de calabacín y cebolla. Y los usos que se le dan son un montón. Se puede comer sólo, como guarnición, sobre unas tostadas de pan, etcétera, esto ya es según cada uno y sus circunstancias. Pero os aseguro que a mí, que odio la cebolla, el zarangollo me chifla!!

jueves, 26 de junio de 2008

Lentejas Sin Excusas

Cuando uno no se puede dedicar plenamente a los temas de la casa es muy normal que no coma muchas legumbres. ¿Por qué? Pues bueno, al menos a mí me pasaba: como hay que ponerlas a remojo la noche antes, tenía que decidir con mucho adelanto el menú para no pillarme los dedos con el tiempo y casi siempre se me olvidaba. Una opción es comprar botes de legumbres ya cocidas, pero no sé, a mí nunca me ha terminado de gustar el sabor que le queda a los platos porque no absorben por completo el sabor del guiso y se quedan como “aparte”, sin integrarse, y no me gusta.

Hace unos días estuve de compras en una tienda de productos ecológicos, y naturales y encontré una bolsa de lentejas rojas. Era la primera vez que las veía, así que le pregunté al dependiente y me comentó que eran lentejas cultivadas ecológicamente a las que se les ha retirado la cáscara y por eso se cuecen en tan sólo media hora y sin necesidad de remojo previo. Por algo menos de dos euros me llevé medio kilo a casa. Como veis, son algo más caras que las lentejas comunes, pero de vez en cuando merece la pena….

Vamos a la receta que me lío y no tengo freno.

Ingredientes
- 1 paquete de lentejas rojas
- 1 cebolla pequeña
- 1 tomate
- zanahorias
- patatas
- laurel
- canela
- pimienta negra
- 1 diente de ajo

Lo primero que hacemos es picar muy finito la cebolla y el tomate. Yo utilizo la picadora porque no soporto encontrarme trocitos de cebolla enteros en la comida, maniática que es una :-D Ponemos en una cazuela un chorrito de aceite y sofreímos la cebolla con el tomate unos cinco minutos. Aplastamos el diente de ajo y lo incorporamos a la cazuela. Salpimentamos.

Mientras se hace pelamos y troceamos las patatas y la zanahoria y ya será momento de añadirlo al guiso. Removemos bien y añadimos un vaso de agua para que empiece ya a cocerse. Podemos probar un poquito para ver si le falta sal o pimienta y colocamos dentro la hoja de laurel. Ahora es cuando mola cocinar, cuando empieza a hacer chup-chup y se extiende el olor rico por la cocina y por el resto de la casa y la tripa ya te va pidiendo caña……..



Paciencia.

Debemos dejar cocer de esta manera unos veinte minutos. En este rato podemos hacer cualquier cosa, con tal de que de vez en cuando nos acerquemos a remover un poco el guiso. Sugerencias: leer una revista, ver la tele, hacer unas flexiones de gimnasia para los muy valientes jeje, ir a darle un beso amoroso a vuestra pareja o a vuestro gato…. Cualquier cosa.

Cuando hayan pasado los veinte minutos más o menos, echamos las lentejas y removemos bien para que se distribuyan. Añadimos agua en cantidad suficiente para que cubra todo y dejamos cocer una media hora más. Estas lentejas, al no tener cáscara, cuando están blandas comienzan a deshacerse y a convertirse en una especie de crema. Por esto es conveniente estar pendiente de la cocción al menos durante los últimos diez minutos para retirarlas del fuego antes de que se deshagan por completo.



Antes de servirlas no olvidemos retirar el laurel y el ajo que andarán por ahí perdidos entre las patatas y las lentejas ¿eh? O usadlo de adorno en el plato, que también sirve….



Espero que os haya gustado este plato, que como veis no tiene nada de dificultad. Así que “torpes” del mundo, no tenéis más excusa para no preparar un rico plato de lentejas, ni siquiera el que se os olvide haberlas puesto a remojo!!

Besos!!

jueves, 19 de junio de 2008

Galletas de Canela y Curry

Este invierno que se nos ha quedado ya atrás hemos pasado muchas tardes de fin de semana en casa de unos amigos. Una de esas tardes nos entretuvimos en preparar unas galletas de jenjibre que nos quedaron riquísimas. Por desgracia no tengo fotos de todo el proceso porque además lo pasamos estupendamente metiendo todos las manos en la masa, incluido Arturo, el hijo de estos amigos que tiene 3 años y es un poco trasto pero muy voluntarioso a la hora de ayudar :-)

Unas semanas después me quedó a mí el regustillo de las galletas aquéllas y ya sola en casa me dispuse a prepararlas. Pero al no tener jenjibre pensé que canela y curry no le sentarían mal tampoco.

Los ingredientes son tan básicos, que raro será si no los tenemos todos en cualquier momento. A saber:
- 300 gr. de harina
- 100-200 gr. de azúcar (dependiendo de lo dulces que nos gusten)
- canela en polvo
- curry
- 2 huevos
- 100 gr. de margarina

Para prepararlas es muy sencillo (pero mucho ¿eh?)

Lo primero es derretir un poco la margarina en el microondas.
Mientras tanto, colamos la harina y el azúcar en un cuenco grande. Añadimos la canela y el curry al gusto y mezclamos bien.
Añadimos ahora los huevos y la mantequilla derretida y amasamos todo hasta conseguir una pasta marrón que no se pegue mucho a las manos. Aquí es donde el crío de mi amiga se lo pasó pipa haciendo huellas de manos en la masa jajaja. Hacemos una bola con ella y la dejamos reposar una hora en la nevera.

Pasado este tiempo, encendemos el horno a 220º para que se vaya calentando.

Echamos harina en una parte de la encimera y con un rodillo extendemos la masa. Si por algún motivo vemos que no está suficientemente firme y que se nos deshace, podemos añadir un poco más de harina y quedará perfecta. Esta masa no sube, así que las galletas quedarán prácticamente igual que las cortemos en este momento: cuanto más fina la extendamos, más fina serán. Con la ayuda de un vaso presionamos en la masa y vamos cortando las galletas de una en una. Las colocamos sobre una bandeja de horno engrasada o cubierta de papel de horno para que no se pequen y las horneamos 10-12 minutos, dependiendo de lo gruesas que las hayáis cortado. Listas. :-DD

Problemas que me encontré:
1. el color no me quedó muy vistoso, quedó marrón apagado. Para solucionarlo, bastará con pintar las galletas antes de hornearlas con un poco de huevo batido. La próxima vez lo intentaré así.
2. mi novio dice que me han quedado muy sosas, con poco azúcar. Le puse 100 gramos, si os gusta más dulces pues ya sabéis. Pero cuando las hice con mi amiga la semana pasada le pusimos 200 gramos y para mi gusto tanta cantidad hizo que las galletas quedasen más duras de lo normal, como cristalizadas y no me gustaron tanto. Quizá una cosa intermedia sea más apropiado.
3. Ojo, que estamos hablando de galletas. Con esto quiero decir que si bien en el mercado encontramos galletas blanditas y jugosas, estas galletas caseras son de las de toda la vida, vamos, de las que mojadas en leche mejor. No es que estén como una piedra, pero ya digo, mojadas mucho mejor.

Sugerencias: Estas galletas son la "galleta base" a partir de la cual podemos innovar y dejar volar nuestra imaginación todo lo que queramos. Yo utilicé canela y curry, la semana pasada le pusimos jengibre. Se me ocurre que podemos añadirle algunas almendritas o chocolate en polvo o pasas o trocitos de fruta o hierbas aromáticas o sal y hacer galletitas saladas….. Esto da para mucho… y seguro que comemos unas galletas mil veces más saludables que las más saludables del mercado y además con el orgullo de haberlas hecho vosotros mismos.

Espero que os guste y si os animáis a prepararlas espero vuestros comentarios!! :-))

martes, 17 de junio de 2008

Tarta de Queso Ligera

Ayer por la tarde hacía mucho calor ya en casa. Vivo en Cartagena y el sol nos pega ya de lo lindo, con lo que nada más llegar del trabajo y cambiarme a una ropa más fresquita, me senté en el sillón a hojear lánguidamente una revista de cocina. Cuando de pronto me topé con una tarta de queso ideal para entretenerme un ratito en la cocina. Además, haciendo unas pocas variaciones de la receta, podía conseguir un postre relativamente bajo en calorías y sobre todo muy refrescante.
Me levanté del sillón e informé:
- Cariño, voy a hacer una tarta de queso.
A lo que él respondió:
- Mmmm
Como ya viene siendo costumbre, me enfundé los guantes de vinilo para cocinar y cogí la cámara de fotos y me metí a la cocina.

Ingredientes
- 1 tarrina de queso de burgos de 250 gramos
- 25 gramos de harina
- 75 gramos de azúcar por un lado
- 2 cucharaditas de azúcar por otro lado
- 2 huevos
- zumo de medio limón
- 4 cucharaditas de mermelada

Los trucos que yo me ingenié para conseguir reducir las calorías sin que estuviese menos dulce fueron:
1. usar queso de burgos desnatado
2. de los 75 gramos de azúcar, puse sólo 40 gr. y el resto lo compensé con sacarina líquida
3. usé mermelada light sin azúcar

Bueno, vamos a lo que vamos, que me lío…..

Para empezar, encendemos el horno a 220 grados y engrasamos un molde con mantequilla.



En un bol grande, desmenuzamos el queso (si hace falta le añadimos unas gotas de leche para que quede más cremoso). Añadimos la harina a través de un colador, el azúcar (más la sacarina opcional), el zumo de limón y mezclamos muy bien. Debe quedarnos una textura cremosa algo espesa.
En otro cacharro aparte montamos las claras a punto de nieve lo más fuerte que podamos. Para ayudar a que se pongan duras les añadimos al principio una pizquita de sal. Las incorporamos con cuidado a la mezcla del queso.
Vertemos en el molde y lo colocamos al baño maría en el horno unos 30 minutos.



Mientras tanto preparamos la cobertura de mermelada. Para ello batimos las dos yemas que tenemos por ahí sueltas con las dos cucharaditas de azúcar hasta que se haga una espumita ligera. Le vamos incorporando poco a poco la mermelada y batiendo bien para conseguir una crema con la que cubrir la tarta.



Pasado este tiempo desmoldamos. Para que no se nos rompa, primero conviene pasar la punta de un cuchillo alrededor para separar bien la tarta del molde. Dejamos enfriar.


Una vez fría, extendemos la crema de mermelada sobre la tarta y podemos adornarla como nos apetezca. En este caso yo tenía unos restos de fideos de colores y los espolvoreé por encima.



Tras una media hora en la nevera, es un postre fresco y ligero con el que terminar una comida a estas alturas calurosas del año.

Que os aproveche ¡ñam!

lunes, 16 de junio de 2008

Empanados Más Sabrosos

Hace años ya, descubrí una manera de hacer unos empanados mucho más interesantes que el simple harina-huevo-pan rallado. Desde entonces, cada vez que lo he preparado ha sido un éxito total y, por sencillo y resultón, me apetece compartirlo con vosotros. Cualquier plato que empanemos de esta manera nos va a quedar mucho más crujiente y sabroso.

En un bol, preparamos una mezcla a partes iguales de harina y pan rallado. Añadimos hierbas aromáticas al gusto, pimienta, ajo molido, pimentón, etcétera, cualquier condimento adicional que nos apetezca.

Si la comida a empanar es húmeda (como pasta de croquetas, por ejemplo) se reboza en esta mezcla directamente una primera vez. Dejamos reposar media hora en la nevera y volvemos a rebozar. Y una vez hecho esto pasamos a freír unas estupendas croquetas o lo que sea jeje.

Si la comida a rebozar es más bien seca (como un filete) lo rebozamos primero en la mezcla de harina y pan, luego en huevo batido y otra vez más en la mezcla. Y a la sartén.

Ya me diréis si notáis la diferencia!!

Pollo Asado Básico

Llevaba ya tiempo queriendo hacer un asado de pollo, pero entre unas cosas y otras ningún fin de semana comíamos en casa y no encontraba momento para ponerme manos a la obra. Finalmente el sábado pasado tuvimos una mañana muy tranquila, así que a eso de la una y media me puse el delantal, cogí la cámara de fotos y me metí en la cocina.
Me gusta especialmente hacer este tipo de asados porque son un plato muy completo, muy sencillos y rápidos de preparar y además se ensucia poquísimo, con lo cual, pues la verdad yo no le veo más que ventajas :-D

Os cuento:

Ingredientes para dos personas:
- 2 cuartos traseros de pollo
- patatas al gusto
- 1 berenjena grande
- 1 limón
- 2 naranjas
- 1 cubito de caldo de pollo
- hierbas aromáticas al gusto
- aceite
- sal
- pan para mojar (completamente opcional, pero muy recomendable jeje)

Para empezar cogemos una fuente de horno amplia y colocamos en ella el pollo y las patatas en trozos grandes (peladas, se entiende…). Echamos un chorrito de aceite por encima e impregnamos bien la carne y las patatas con él. Esto no quiere decir que echemos un montón de aceite, sino que intentemos repartirlo bien para que todo quede cubierto de una fina película de grasa.



Encendemos el horno a 220 grados para que vaya precalentándose. El horno debe calentar por arriba y por abajo por igual. Si queremos usar la función de grill, tenemos que esperar a los últimos 5 minutos de cocción, si no nos quedaría un churrasco incomible XD.

Preparamos la salsa. Para ello ponemos a calentar una taza grande con agua y disolvemos en ella el cubito de caldo. Añadimos el zumo de una naranja y de un limón. Yo además, y sólo en esta ocasión, le puse media lata de cocacola que tenía muerta de risa en la nevera y ya sin gas, pero esto no es necesario.



Pelamos la berenjena y la troceamos en daditos. Añadimos estos daditos a la fuente.



Es el momento de sazonar bien la carne y la guarnición con sal y las hierbas aromáticas que más nos gusten. Yo le puse perejil y hierbabuena. Una vez hecho esto vertemos la salsa por encima y recolocamos bien el contenido de la fuente. Colocamos rodajas de la segunda naranja sobre la carne.


Metemos al horno ya bien caliente durante 1:15 horas aproximadamente. Como dije, si queréis que os quede tostado por encima, en los últimos cinco minutos podéis utilizar la función de grill.



Ya veis que es un asado muy curioso para principiantes y para los no tanto. Es casi imposible que no quede jugoso y muy bueno.

¡Que lo disfrutéis!!

miércoles, 11 de junio de 2008

Sacarle Todo el Jugo a las Naranjas

Uno de los trucos que aprendí el invierno pasado gracias a mi novio es el siguiente. Él es el encargado de hacer el zumo de naranja por las mañanas (bueno, “era”, porque hace ya semanas que el tío pasa completamente de la vitamina C, pero esto es otra historia…..).

El caso es que la primera vez que le vi meter las naranjas en el microondas casi me da un pasmo del susto!! Creí que mi niño estaba sonámbulo y loco perdido. Pero me explicó que 20 segundos de microondas no calientan las naranjas y sin embargo, consiguen que se expriman con mucha más facilidad y sacando mucho más zumo de ellas.

Aún un poco incrédula lo intenté yo misma y… ¡increíble! A partir de ahora no hay naranja que se me resista :-)

miércoles, 4 de junio de 2008

Aceites Aromáticos

Hoy vamos a aprender a preparar aceites aromatizados. Desde hace unos años siempre tengo en casa aceites de diferentes tipos para diferentes momentos o al menos para tener dónde elegir.
Es verdad que en los comercios se pueden encontrar ya preparados, pero mi recomendación es prepararlos uno mismo en casa: nos ahorraremos bastante dinero, y además podemos utilizar nuestra imaginación tanto como queramos.

Para ello debemos proveernos de bonita combinación de aceiteras y un par de litros de aceite de oliva virgen extra de la marca que más nos guste.

Os dejo mis combinaciones favoritas:
1. pelamos varios dientes de ajo y los introducimos en la aceitera
2. igual que la anterior y además añadiendo 4 ó 5 cayenas
3. mezclamos con el aceite un par de cucharaditas de canela e introducimos un par de ramitas de canela para decorar la aceitera
4. introducimos en la aceitera un par de ramitas de romero bien limpias
5. introducimos en la aceitera unas tiras de pimiento y un par de aceitunas sin hueso.

En todos los casos es recomendable no utilizar el aceite al menos durante una semana para que absorba bien todos los sabores.

¿Para qué podemos usar estos aceites? A mí me han resultado útiles en infinidad de situaciones. Sin ir más lejos para las tostadas del desayuno, o para freír algo sin necesidad de picar ajo (ya que el aceite lleva impregnado el sabor), para decorar un plato con un chorrito de aceite diferente, para unos canapés, ensaladas ….. todo lo que se os ocurra!!

martes, 3 de junio de 2008

Ensaladas Personalizadas

¿Cuántas veces nos pasa que queremos preparar una comida para varias personas, pero no conocemos a fondo sus gustos?
Os cuento una fórmula infalible para un primer plato veraniego fresco, sencillo y que va a gustar a todos sin olvidarnos de nadie. Se trata de ofrecer una ensalada a gusto del comensal.

Para ello, en lugar de preparar la ensalada en un solo cuenco grande común para todos, lo que vamos a hacer es disponer una serie de recipientes individuales con los ingredientes cortados, limpios y listos para ser incorporados a la ensalada particular de cada invitado. Así cada cual se prepara la suya a su antojo y preferencia y no hay ni peleas ni disgustos.

Ideas para ingredientes… uff ¡miles!! Mis favoritos:
-lechuga picada
-tomatitos cherry
-maíz
-pasta cocida
-zanahoria rayada
-brotes de soja
-remolacha
-arroz cocido
-nueces
-huevo cocido picado
-atún en aceite
-pasas
-lentejas
-judías blancas cocidas
-palitos de cangrejo en trocitos
-queso en tacos
-pimiento
-aceitunas
-pechuga de pavo en trozos

No olvidemos tener previstos varios aliños, como por ejemplo: el típico aceite y vinagre, salsa mayonesa, salsa rosa (mayonesa con kétchup), salsa superespecial para ensaladas, etc.
De esta manera, además, si sobra algo, al no estar hecha la mezcla, no se echan a perder tan pronto las sobras…
Espero que de ahora en adelante vuestras reuniones estén presididas por la paz y la convivencia feliz. XD

lunes, 2 de junio de 2008

Rollitos de Salmón con Queso Batido

Anoche tenía ganas de comer algo sanote que me agradase el paladar y la vista y que además fuese fresco y ligero y que fuese rápido de preparar. Es que yo cuando me pongo exigente, me pongo jejej. Pensé que mis deseos esta vez caerían en saco roto, pero en cuanto abrí la nevera supe que no sería así. Que íbamos a cenar tal y como lo había imaginado……

Necesitamos:
- 4 lonchas grandes de salmón ahumado
- 4 cucharaditas de queso fresco
- tomillo

El proceso de preparación es más fácil imposible. Extendemos el salmón y lo untamos con el queso fresco. Espolvoreamos tanto tomillo como nos apetezca y enrollamos con cuidado el salmón. Si fuera necesario sujetamos el rollito con unos palillos.

Podemos decorar el plato con rodajas de limón o unas alcaparras.

Sencillo ¿verdad? Sin embargo, impresionaréis a cualquier persona que se quede a cenar en vuestra casa. Lo cierto es que el salmón ahumado es algo caro para mis costumbres, pero tampoco es una cosa prohibitiva. Lo compré el viernes y en Mercadona me costó 8 euros 400 gramos. De todas formas tengo intención de aprender a preparar el salmón ahumado o marinado yo misma, así será mucho más sano, más barato y lo podré tomar más a menudo. En cuanto lo haya hecho os contaré el proceso :-)

Un beso!!!

Tu Propio Pan

Voy a contaros mi experiencia como panadera casera. Un día simplemente me dio por ahí y como había oído que el pan se puede hacer en casa decidí aventurarme. Total, no podía perder más que un poco de tiempo y un kilo de harina.....
La primera vez fue un poco desastre, dejé la cocina llena de harina y las manos pringosas a más no poder; así que a la segunda vez me planifiqué bien los movimientos y os cuento cómo lo hice.

Necesitamos:
-1 kilo de harina
-1 cuadradito de levadura de panadero (yo compro un cubo que hay en Mercadona y cuesta unos 30 céntimos; lo tienen donde las mantequillas porque tiene que estar en frío),
-sal
-aceite

Hasta aquí fácil.

En un cuenco bastante grande echamos 500 ml de agua templada y el cubo de la levadura y lo removemos hasta que se disuelva. Se queda de un color marroncillo sucio y huele un poco raro, pero confiad y seguid adelante.........Entonces echamos la sal. Eso ya va en gustos la cantidad, nos quedará más soso o más saladito.

Seguidamente cogemos un colador grande y vamos tamizando la harina sobre la mezcla de levadura y agua. Lo de tamizar, por si alguien no lo había oído nunca, quiere decir que hay que colar la harina, para que llegue a la levadura ya sin grumos ni nada. Se añade poco a poco y se va removiendo bien. Yo coloco el cuenco dentro del fregadero para que no se me cansen tanto los brazos.

Llegará un momento en que para seguir añadiendo harina hará falta meter la mano en la masa porque ya estará muy compacta..... bueno, pues al trapo y a amasar pan se ha dicho.Podemos ponernos aceite en la mano para que no se nos pegue o hacer como hago yo: ponerme un guante de látex. El problema del guante es que la masa se pone tan espesa que se queda enganchado en ella jajaja y se hace raro.

Cuando terminamos de echar la harina hay que amasar un rato más hasta que veamos que la masa parece una masa y se empiece a despegar del cuenco. Quedará algo de harina suelta por el cuenco sin incorporarse a la masa, pero no importa, nos sirve para después.

En este momento, ponemos el pre-pan en una bandeja bastante grande para reposar. Lo tapamos con un paño limpio y ya podemos salir de la cocina un par de horas. En este rato ya empezará a oler a gloria por la casa mmmmm.

Cuando haya crecido la masa casi el doble (la primera vez vais a flipar: parece que estuviera viva), la ponemos otra vez en el cuenco de antes sin haberlo limpiado ni nada y amasamos un rato de nuevo. Esto hace que le salga el aire y se haga un poco más fina la masa. Mientras tanto ponemos a calentar el horno a 240º.

Ya casi estamos listos. Sólo queda partir la masa en trozos y/o darle la forma que queramos. Le podemos hacer algunos cortes con cuchillo o dejarle el dibujo de la corteza al azar.

Yo pongo la masa en la bandeja del horno 30 minutos a 240º sobre un papel de hornear para que no se pegue. Hay que tener en cuenta que al calentarse, la masa vuelve a aumentar de volumen por lo que hay que dejar sitio entre las distintas piezas para que crezcan a gusto.

La última vez que lo hice, le añadí pasas, frutas confitadas, almendras y canela a distintos trozos de masa y quedó muy bueno.
Parece muy complicado, pero no lo es, es laborioso. Sin embargo da mucha satisfacción hacer tu propio pan. Te sabe mucho más rico. Si lo probáis, por favor, contadme.Un beso!!
Un saludo :)
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