Delicias De Queso y Fresa

Hoy va a ser la receta sin foto propia. La que veis ha salido de la web. ¿Por qué? Pues porque lo que os propongo hoy está tan bueno, y tan rico y tiene tanta grasa y tantas calorías, que me prometí no hacerlo nunca más hasta que no me entrase la talla 40 por lo menos. Y aún así me seguirá dando miedo porque será como abrir las puertas a la gula de nuevo y no me atreveré, creo.

Pero esto no es excusa para que los muchos que podéis daros estos gustazos para el cuerpo no lo disfrutéis, así que os cuento cómo preparar el entrante más exquisito del mundo, un bocado que se deshará en vuestra boca entre gemidos de placer que no podréis retener.

Hay que comprar:
- 1 caja de queso camembert en porciones
- mermelada de fresa o arándanos u otros frutos rojos
- pan rallado
- huevo
- aceite

El proceso es sencillo, pero delicado debido a la textura del queso.

Primero preparamos la salsa: mezclamos mermelada con un par de cucharadas de agua y lo metemos en el microondas unos diez segundos. Removemos bien para que se haga una salsita y lo dejamos en la nevera hasta el momento de servir.

El queso lo hemos tenido en el frigorífico para mantenerlo bien frío hasta el último momento. Nos preparamos bien los utensilios para empanar que deben ser: un recipiente hondo con pan rallado, otro recipiente con huevo batido, una sartén o freidora con aceite ya a punto bien caliente. Como os imagináis ya, que sois muy listos, consiste en empanar las porciones de queso y comerlas calientes. El truco aquí y la única dificultad consiste en que el queso tiene que estar muy frío y el aceite muy caliente, para que no se derrita mientras se está dorando y se nos llene el aceite de queso fundido.

Una vez tenemos todo preparado y listo para usar, desenvolvemos una porción de queso y la mojamos en huevo batido, la escurrimos bien y la rebozamos con pan rallado. Inmediatamente la colocamos en la sartén. Así con todas las porciones de queso.

Lo dejamos dorarse unos segundos por cada lado del queso y cuando estén listos los colocamos en un plato con un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Esto es totalmente opcional, ya que el queso en si mismo tiene tanto aceite como para engrasar el coche de Fernando Alonso durante dos temporadas, peo bueno, así aliviamos conciencias un poco.

Ni que decir tiene que esto hay que comerlo recién hecho y con la salsa de mermelada que tenemos en la nevera.

Que os aproveche!!